Si no os suena el nombre de Hallstatt, solo tenéis que daros una vuelta por Instagram para descubrir este pintoresco pueblo situado en el corazón de los Alpes austriacos.
En los últimos años se ha puesto tan de moda que ha llegado a convertirse en uno de los lugares más fotografiados del mundo. En este post os contamos qué ver en Hallstatt.
Algunos consideran que Hallstatt es el pueblo más bonito de Europa y su fama ha llegado tan lejos que en China han llegado a crear una réplica de esta histórica localidad en la ciudad de Luoyang.
Aquí, los chinos han clonado las míticas casitas de madera, la icónica iglesia y, por supuesto el lago, la seña de identidad de Hallstatt que los chinos también han recreado de forma artificial.
Hallstatt significa “lugar de la sal” y no es casualidad, ya que en la montaña que custodia el pueblo se encuentra la mina de sal más antigua del mundo, cuyo material comenzó a ser extraído por los prehistóricos hace más de 7.000 años, quienes comenzaron a hacer uso de la sal para conservar alimentos.
En 1997 la región de Hallstatt fue reconocida como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Hoy os vamos a contar qué ver en Hallstatt en un día, aunque tenemos que decir que nosotros pasamos una noche y fue todo un acierto porque el pueblo iluminado es, si cabe, aún más bonito que de día.
Índice
¿Cómo llegar a Hallstatt?
Avión
El aeropuerto más cercano a Hallstatt es el de Salzburgo (80 kilómetros).
Desde España, las conexiones directas con el aeropuerto de Salzburgo parten de Barcelona o Mallorca, por lo que las combinaciones están bastante limitadas y los precios suelen ser bastante altos.
Si tenéis menos de 30, podéis conseguir más de un 10% si os registráis en Iberia Joven desde este enlace. Cómo el proceso para aplicar el descuento es un poco engorroso os hemos preparado este post 🙂
Lo mismo ocurre con el aeropuerto austríaco de Linz (150 kilómetros), que desde España no cuenta con ninguna conexión directa, aunque para los que estéis en otras partes del mundo o no os importe hacer escala puede ser otra opción.
En nuestra opinión, las opciones más factibles para llegar a Hallstatt serían el aeropuerto alemán de Munich (209 kilómetros) o el de la capital austriaca Viena (290 kilómetros). Esta última suele ser la más frecuente ya que tiene mejores combinaciones y que os de tiempo a recorrer todos los imprescindibles que ver en Hallstatt.
Tanto a Munich como a Viena disponéis de multitud de compañías low cost (como Ryanair, Level, Laudamotion, Wizz…) que ofrecen vuelos directos desde España bastante asequibles (normalmente).
Coche
En nuestro caso fuimos en coche desde Viena hasta Hallstatt. El viaje son unas 3 horas y prácticamente todo el camino es por autovía. El último tramo lo hicimos por una carretera de doble sentido llena de curvas, pero merece la pena porque las vistas desde la carretera son espectaculares.
No olvidéis que en Austria no existen los peajes como en España, sino que todos los vehículos deben contar con una pegatina conocida como “vignette” en alemán. Esta pegatina tenéis que comprarla antes de entrar en Austria si venís de otro país y se pueden encontrar en las gasolineras más cercanas a la fronteras. También podéis comprar la viñeta online a través de este enlace.
Si alquiláis un coche en Austria, es posible que el precio ya os incluya la viñeta, aunque siempre es mejor preguntar para poder comprarla en el caso de que no sea así.
El precio de la viñeta para 10 días es de 9,20€. Es muy importante que la coloquéis visiblemente en el parabrisas delantero del vehículo, ya que hacen el seguimiento a través de cámaras ubicadas en diferentes puntos de la autovía.
Sin embargo, para recorrer todos los imprescindibles que ver en Hallstatt no es necesario el coche y todas las cosas se pueden ver caminando.
Dónde aparcar en Hallstatt
En nuestro caso, cogimos un hotel (Pensión Leprich) que se encontraba en un pueblito a unos 7 kilómetros de Hallstatt, por lo que por la noches aparcamos gratis en nuestro alojamiento pero por el día nos tocaba coger el coche para llegar al pueblo y no nos quedaba más remedio que aparcar en Hallstatt.
Ya nos habían avisado que aparcar en Hallstatt en fin de semana era un poco complicado, pero decidimos dar una vuelta para intentar aparcar gratis.
A la entrada de Hallstatt, poco antes de llegar al pueblo, hay un túnel. Justo antes de cruzarlo vimos bastante aparcamiento gratuito, pero no teníamos mucha idea de a cuánta distancia estaba el pueblo, así que decidimos arriesgarnos y cruzar al otro lado.
Una vez que crucéis el túnel la cosa se complica, porque ya entráis en la zona habitada así que todos los parkings son de pago. En nuestra opinión si vais en fin de semana es la mejor opción para no estar dando vueltas. Nosotros al final decidimos dejar de perder tiempo y gasolina y optamos por pagar ya que todo lo que hay que ver en Hallstatt está muy cerca caminando.
El precio del aparcamiento en Hallstatt es de 3,50€ por hora, 8€ por tres horas o 12€ por el día entero.
Los parking de pago están bastante bien señalizados y se tarda menos de 10 minutos andando al centro, que es completamente peatonal.
Tren
Desde Viena la opción más viable para llegar a Hallstatt en transporte público es el tren. Aunque el tren desde Viena a Hallstatt no suele ser directos, los más rápidos suelen tener un cambio en la estación de Attnang-Puchheim, y la duración total es de unas 3 horas.
La frecuencia de trenes es bastante regular y las combinaciones de trenes suelen estar más o menos emparejadas, por lo que podéis ir y venir en el día sin ningún problema. Eso sí, el precio va desde los 60 hasta los 100€ ida y vuelta, por lo que conviene considerar la opción de la excursión organizada por 119€ que os explicamos más abajo.
Desde Salzburgo a Hallstatt no estamos tan seguros de que el tren sea la mejor opción, ya que ocurre lo mismo que desde Viena. El tren no llega directamente hasta Hallstatt, sino que tenéis que cambiar en la estación de Attnang-Puchheim. La duración del trayecto en total es de poco más de 2 horas y el precio va desde los 30 hasta los 60€, por lo que podéis considerar la excursión organizada por 58€ de la que os hablaremos después.
La compañía oficial de trenes en Austria es ÖBB y podéis consultar los horarios y adquirir los billetes de tren desde su página web.
Desde Munich, el tren hasta Hallstatt puede resultar aún más engorroso ya que implica al menos 2 cambios de trenes. La duración total del trayecto es de unas 4 horas y el precio puede alcanzar los 60€.
Ojo! Si optáis por llegar a Hallstatt en tren, tenéis que tener en cuenta que para llegar desde la estación de tren hasta el pueblo tenéis que coger un barco. Sí, sí habéis oído bien.
La estación de tren de Hallstatt se encuentra al otro lado del lago y necesitaréis tomar una embarcación, pero no os preocupéis que no tiene pérdida. El puerto se encuentra a unos pocos pasos y se ve en cuanto os bajáis del tren.
El precio del ticket de ida y vuelta del barco es de 5€ y el trayecto no dura mucho tiempo. Desde luego no temáis esta opción porque no hay forma más bonita de llegar a Hallstatt que entrando al pueblo en barco por el lago, ya que disfrutar de estas vistas sin duda es una de las cosas más bonitas qué ver en Hallstatt.
Autobús
Toda la información que encontramos para llegar a Hallstatt en transporte público recomienda hacerlo a través del tren, ya que la combinación de autobuses es bastante reducida y compleja.
Aún así, si os decantáis por buscar un autobús para llegar a Hallstatt, lo más probable es que os deje al otro lado del lago, al igual que el tren, y tengáis que tomar el barco que os comentábamos antes para poder llegar el pueblo.
Como siempre, si alguno sabe alguna forma menos compleja podéis escribirnos un comentario y así lo compartimos con todos 🙂
Excursión organizada
Si no queréis complicaros la vida, podéis contratar una excursión organizada para visitar Hallstatt en un día desde Viena visitar Hallstat en un día desde Salzburgo.
La excursión organizada a Hallstat es la opción más cómoda ya que el transporte público es un poco enrevesado y estas excursiones incluyen los desplazamientos en autobús, un paseo en barco por el lago, el viaje en funicular y la entrada al Osario.
Seguro de Viajes
No os olvidéis de contratar vuestro seguro de viajes Mondo con nuestro 5% de descuento para viajar con total tranquilidad. Es posible que en la zona de los Alpes encontrar un médico puede resultar más complicado que en cualquier ciudad grande y desde Mondo ofrecen el servicio gratuito de Whatsapp 24 horas y se encargan ellos mismos de toda la gestión en caso de necesidad.
¿Dónde dormir en Hallstatt?
Pasear por el pueblo de Hallstatt por la noche es una de las experiencias más bonitas que ofrece Austria y la mejor forma de tener accesible todo lo qué ver en Hallstatt.
En nuestro caso, teníamos claro que no merecía la pena ir y volver en el día a Viena así que desde el principio tuvimos claro que nos quedaríamos a dormir al menos una noche.
Como os decíamos nosotros nos decantamos por la Pensión Leprich que se encontraba en un pueblito a unos 7 kilómetros de Hallstatt, y que ofrecía esta maravilla de vistas desde la ventana.
Pagamos unos 80€ por noche y nos incluía el desayuno.
Fuente: Booking.com
Si tenéis claro que queréis dormir en el pueblo de Hallstatt, nosotros también valoramos la opción de dormir en el Cafe Restaurant zum Mühlbach por unos 130€ la noche. La mayoría de las habitaciones tienen vistas al lago o a la montaña, pero tiene el baño compartido. Sin duda, por la ubicación, es el mejor en relación calidad-precio.
Otra opción económica, pero que no quedaba disponibilidad cuando miramos era el Weisses Lamm donde las habitaciones además de incluir desayuno, balcón con vistas a la montaña y baño privado rondan los 130€ por noche.
En el Fenix Hall Boutique Hotel Hallstatt podéis encontrar una habitación doble por 180€ la noche. A nosotros se nos salía del presupuesto, pero incluye baño privado, desayuno y está al ladito del lago.
Si os planteais dormir en Hallstatt os aconsejamos que reservéis con tiempo, ya que la demanda de alojamientos es muchísimo mayor que la oferta que hay, lo que supone que los precios de los alojamientos suelen dispararse, especialmente en verano.
¿Qué ver en hallstatt?
Minas de sal
La primera parada que hiicmos entre las cosas qué ver en Hallstatt fueron las minas de sal que dan nombre al pueblo y que le otorgaron la prestigiosa declaración universal de Patrimonio de la Humanidad en 1997.
En general, todos tenemos en la cabeza la idea de la sal en estado líquido integrada en el agua de los océanos. Sin embargo, en algunas cordilleras montañosas como Los Alpes, la sal se presenta en estado sólido.
Esto se debe a que hace 250 millones de años, todo el paisaje que hoy conocemos en esta zona estaba ocupado por océanos. A medida que los macizos montañosos se fueron alzando durante la formación de los continentes, la sal que contenía el agua de los océanos se fue depositando en el subsuelo.
Durante la Edad de Piedra, en el Neolítico, los hombres se asentaron en esta zona y comenzaron a descubrir las propiedades de la sal. Aprovechando sus rudimentarios instrumentos, hechos con piedra y astas de ciervo, empezaron a extraer el mineral del interior de la tierra. Es por eso que se cree que Hallstat es la mina más antigua de Europa. La sal ha hecho que aquí se conserven objetos de la época como piedras maderas e incluso restos orgánicos con más de 3.500 años de antigüedad.
En la Edad de Bronce, las propiedades de la sal ya son de sobra conocidas por la humanidad y este mineral conocido “oro blanco” comienza a ser un bien tan escaso como codiciado en toda Europa.
Gracias la revolución de la tecnología metalúrgica los hombres de la zona de Hallstatt comienzan a desarrollar la minería a profundidades muy importantes y a comerciar con ella.
Las técnicas empleadas durante esta época empiezan a ser muy sofisticadas y de entonces se conservan en perfecto estado objetos como zapatos, sacos para transportar la sal y herramientas empleadas para extraer el mineral. También sorprendió el hallazgo del cuerpo de un hombre de esta época perfectamente momificado gracias a acción de la sal.
Pero sin duda el objeto que más ha dado qué hablar ha sido una escalera de madera descubierta en las excavaciones arqueológicas del año 2003. Se trata de la escalera de madera más antigua de Europa con una antigüedad de más de 3.000 años. Su estructura muestra una tecnología asombrosa para la época y revela un grado de eficacia del trabajo de extracción de la sal impresionante, ya que permitía el paso seguro de las personas que transportaban los sacos de sal.
En la Edad de Hierro las técnicas de extracción de la sal ya estaban muy perfeccionadas y las minas contaban con sistema de iluminación donde trabajaban todas las personas del pueblo incluyendo hombres, mujeres y niños. Sin embargo, un desastre natural colapsó la parte alta de la montaña y arruinó las minas de sal.
Además de por su excepcional historia, la mina de sal de Hallstatt también se ganó su fama gracias al cementerio prehistórico que acoge y que fue uno de los mayores descubrimiento arqueológico del siglo XIX.
Unas 1.000 tumbas fueron excavadas del cementerio y en ellas se encontraron las primeras armas de hierro y bronce, así como ajuares excepcionales de todas las épocas.
Para llegar hasta la mina de sal tendréis que llegar hasta el centro de visitantes que está en la base de la montaña y coger el funicular que os llevará hasta la entrada de la mina de sal. También se puede subir andando, pero tardaréis más de una hora en llegar y si solo vais a pasar el día igual no merece la pena.
El recorrido por la mina tiene que ser guiado obligatoriamente, lo cual en ocasiones resulta un poco pesado. Antes de entrar os ponen unos monos de colores para que no os manchéis la ropa.
El tour completo dentro de la mina dura unas dos horas aproximadamente y tiene momentos bastante divertidos como una bajada por un tobogán y un recorrido en un trenecito de mineros para alcanzar la salida de la mina. Aunque tenemos que avisar que el tour también tiene momentos de sentarse a ver presentaciones y escuchar explicaciones en inglés y alemán.
El precio de la mina es de 34€ con funicular incluido ida y vuelta. Los niños pagan 17€ hasta los 15 años y también contáis con opciones para familias o grupos. Las entradas las podéis comprar online a través de este enlace.
Otro dato relevante sobre la visita a las minas de sal de Hallstatt que tenéis que considerar es que en invierno cierra (los meses de diciembre, enero y febrero), así que revisar bien que no coincida con las fechas de vuestro viaje.
Torre de Rudolf
Si decidís no entrar a la mina igualmente nos parece un imprescindible qué ver en Hallstatt coger el funicular que sube a la Torre de Rudolph I (o Rudolfsturm), situada a escasos metros de la parada donde os tenéis que bajar del funicular.
El precio del funicular de Hallstatt es de 12€ para adultos y 6€ para niños. Sin embargo, si compráis abajo la entrada a las minas de sal ya os viene incluido.
En la torre hay una cafetería y un restaurante con una terraza desde dónde podréis disfrutar de unas de las vistas panorámicas más espectaculares de Hallstatt a más de 350 metros de altura.
Desde principios de diciembre hasta febrero la torre permanece cerrada. La fecha de reapertura depende de la situación del clima.
La torre data del año 1282 y fue construida por el Duque Albertch I de Austria, con el fin de proteger a los mineros de Hallstatt de la amenaza de los Príncipes Obispos de Salzburgo que quería anexionarse la ciudad de Hallstatt. El nombre se refiere Rudolf I, padre del Duque Albertch y primer líder del imperio de los Hasburgo.
En 1313 la torre se convirtió en la residencia de los gerentes de la mina hasta que en 1960 se convirtió en el restaurante que hoy conocemos.
Mirador Skywalk
En lo alto de la montaña también se encuentra uno de los miradores más impresionantes que hemos visto nunca, ya que se encuentra a más de 300 metros de altitud y está ubicado sobre el borde de uno de los acantilados de la montaña. Sin duda uno de los imprescindibles qué ver en Hallstatt.
El mirador Skywalk sobresale 12 metros por encima de la ciudad y si miras hacia abajo las vistas de los tejados y la inmensidad del lago de Hallstatt forman una estampa de auténtica postal.
Si padecéis de vértigo pensaroslo dos veces antes de acercaros ya que tendréis que cruzar un puente colgante para llegar, aunque tenemos que reconocer que a nosotros fue una de las cosas que más nos gustó de Hallstatt ya que se sitúa a más de 300 metros sobre una garganta ofreciendo unas vistas increíbles del lago custodiado por las imponentes montañas alpinas.
Si hay algo que se le puede criticar a este lugar es la saturación de gente que había, aunque realmente merece la pena esperar y asomarse desde la punta de la plataforma.
Lago de Hallstatt
Una vez terminada la visita de la montaña de Hallstatt ya podéis bajar a conocer el pueblo de cerca. Sin embargo, antes de que os adentreis en sus calles os recomendamos que busquéis por el lago alguna estación para alquilar barcas y os sorpendáis con las vistas que se pueden disfrutar desde el lago.
Las vistas desde el lago son tan espectaculares ya que casi todas las casitas del pueblo están construidas en la orilla. Esto se debe a que hasta principios del siglo XIX, la única forma que tenían para salir del pueblo era a través de botes por el lago, así que los residentes aprovechaban el piso bajo para hacer garajes de embarcaciones con acceso directo al agua y construían la vivienda la segunda planta.
En el lago de Hallstatt tenéis diferentes opciones para alquilar embarcaciones: botes de remo, botes eléctricos, aunque los más turísticos son unos barquitos con forma de cisne. Nosotros nos decantamos por alquilar un bote eléctrico de baja velocidad y fue un acierto ya que disfrutamos un buen rato de la tranquilidad del lago y de las maravillosas vistas que ofrece.
El precio, como todo lo qué ver en Hallstatt, es bastante elevado pero en nuestra opinión merece la pena. Por una hora de bote eléctrico podéis pagar entre 15 y 18€, y por el bote de remos un poco más de 10€.
Plaza Markplatz
Después de disfrutar del paseo en barco, ya podéis continuar conociendo las cosas qué ver en Hallstatt a pie. El primer lugar al que llegaréis caminando posiblemente sea la Plaza del Mercado de Hallstatt.
La Plaza del Mercado está situada en el corazón del pueblo. Aquí se estableció el verdadero centro comercial durante la Edad Media y se intercambiaba la sal, los peces y otros bienes que llegaban en botes desde todos los pueblos de alrededor.
En el centro de la plaza se encuentra la estatua de la Santísima Trinidad, que fue donada por el Maestro de la Sal Imperial, Johann Ignaz Etzinger en 1743. Justo al lado de la estatua hay una fuente de agua potable que ofrece el agua dulce que emana de la cascada de Waldbachstrub que se deja ver desde casi todos los puntos del pueblo.
Los coloridos edificios de la Plaza del Mercado tuvieron que ser reconstruidos durante el siglo XVIII después de que un incendio arrasara con casi todo. Enseguida notaréis el contraste de las construcciones en piedra tras haber conocido todas las casitas de madera antigua del pueblo.
Si venís en Navidad, la Plaza del Mercado es el epicentro de los mercadillos navideños que se instalan en diciembre en el pueblo.
Cementerio y Osario
Podemos asegurar que la ‘Casa de los Huesos’ es una de las cosas imprescindibles que tenéis qué ver en Hallstatt.
Durante la Edad Media el cementerio de Hallstatt se quedó pequeño para toda la población que allí habitaba y como la Iglesia Católica aún no permitía la cremación los locales tuvieron que buscar una alternativa.
La solución consistía en enterrar a los muertos durante una década para propiciar su descomposición. Transcurrido este tiempo los cadáveres se exhumaban, se limpiaban y se colocaban en esta capilla de San Michael, más conocida como la ‘Casa de los Huesos de Hallstatt’. De este modo, dejaban libre el terreno para enterrar unas 100 personas más durante otra década.
A principios del siglo XVIII la tradición fue más allá y, además de exhumar los cuerpos, se comenzó a pintar los cráneos. Más de 600 calaveras se encuentran pintadas en el osario de Hallstatt, todas ellas decoradas con el nombre de la persona, coronas de flores que simbolizan un signo de amor o símbolos familiares como hojas de roble, laureles o rosas.
El orden de las filas de los cráneos tiene que ver con la relación parental que tenían entre ellos. En el centro del osario se encuentra la Cruz de Cristo entre medias de dos biblias. Los cráneos que descansan sobre ellas pertenecen a los sacerdotes católicos.
Cuando en la década de los años 60, la Iglesia Católica aprobó la cremación de los cadáveres, la tradición de pintar las calaveras desapareció dejando un total de 1.200 cadáveres en el interior de la Capilla de San Michael.
El último cráneo que se incorporó a la capilla fue de una mujer que murió en el año 1983 y dejó en sus últimas voluntades su deseo de que se trasladase su cuerpo a la Casa de los Huesos. Su cráneo fue colocado en el año 1995 y en él se puede apreciar aún su diente de oro.
La visita al cementerio es gratuita. Sin embargo, para entrar a la capilla de los huesos hay que pagar 1,50€. En nuestra opinión, merece la pena.
Iglesia católica
Justo al lado del cementerio y el osario, se encuentra la iglesia católica de Hallstatt. Nosotros no llegamos a entrar pero, sabemos que cuenta con un famoso altar gótico en el que está representada la Virgen María, Santa Catalina (patrona de los leñadores) y Santa Bárbara (patrona de los mineros).
Desde el siglo XVII el cristianismo comenzó a extenderse por la región. En el año 1181 se construyó esta iglesia románica y fue ampliada por los mineros en el 1320. La construcción de piedra se completó en el año 1505, aunque fue completamente renovada en el año 2002.
Iglesia protestante
Durante el siglo XVI, las creencias protestantes calaron muy fuerte en la región de Hallstatt y especialmente entre los mineros, lo que comenzó a desarrollar una serie de conflictos con la población católica.
El movimiento protestante se fue extendiendo cada vez más hasta que en 1601 comenzaron una rebelión que la Iglesia Católica acabó frenando condenando a muerte e incendiando los hogares de los líderes protestantes de la región.
Este enfrentamiento entre católicos y protestantes se fue prolongando en el tiempo hasta que en 1734, los soldados echaron a más de 300 protestantes de Hallstatt obligándoles a mudarse.
Con el emperador José II la tolerancia religiosa comenzaba a instaurarse, garantizando los derechos de la población protestante de Hallstatt. Los 500 protestantes reconocidos de Hallstatt comenzaban a liberarse y en el año 1785 construyeron su propia casa de oración oficial en el centro del pueblo.
El emperador Francisco José I reconoció oficialmente ambas religiones por igual, lo que permitió que la población protestante de Hallstatt comenzase a construir la iglesia protestante actual con su emblemático campanario de piedra sobre la antigua casa de oración, que fue terminada en el año 1863.
Mirador Hallstatt
Una vez hayáis descubierto todos los imprescindibles que ver en Hallstatt, tan solo tenéis que llegar hasta el final del pueblo para ponerle el broche final a este día.
Para llegar al mirador de Hallstatt tan solo tenéis que caminar hasta el final de la calle principal. No tiene pérdida, sabréis que habéis llegado por la cantidad de gente, trípodes y cámaras que os aparecerán de pronto.
Una vez os asoméis al mirador, descubriréis la postal más famosa de Hallstatt. Desde aquí se obtiene un punto de vista del pueblo, el lago y los Alpes que sin duda es de lo espectacular que tiene este lugar.
Mirador 5 Fingers
Si habéis terminado con todos los imprescindibes que ver en Hallstatt, pero aún os sobra tiempo, os recomendamos subir al Mirador 5 Fingers.
El Mirador 5 Fingers es una plataforma que simula la forma de una mano con los 5 dedos sobresaliendo de la montaña de Dachstein. Desde aquí obtendréis una de las vista más impresionantes de Hallstatt y de los Alpes. Además, el suelo es de cristal lo que hace aún más único.
Para llegar podéis coger el autobús 543 desde Hallstatt Lahn hasta el Centro de visitantes de Dachstein. Desde aquí se coge un teleférico que os subirá hasta el mirador.
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2 Comentarios
Coral
septiembre 3, 2020 at 10:06 amHola bonitos! Os acabo de descubrir y me encanta vuestro blog! Hallstat es un sitio al que nos moríamos por ir, de los que habíamos pensado conocer este año. Lo tendremos que dejar para más adelante… y me quedo con toda vuestra información (me ha encantado lo de las minas de sal). Hay pocos blogs que hablen de que hacer y ver en el pueblo más que pasear, así que muchas gracias 🙂
Un abrazo!
Elena
mayo 1, 2023 at 11:58 pmHola Coral! Muchísimas gracias por tu comentario nos alegra que te haya gustado la info y ojalá puedas seguir los consejos muy pronto. Hallstatt está considerado uno de los pueblos más bonitos de Europa y tiene muchísimo que hacer!!